La lucha del día a día…

«Ante la mas probable posibilidad de que este año se produzca un cambio importante en los parlamentos de toda España con la llegada de Podemos y Ganemos, las ciudadanas y ciudadanos de a pie tenemos que tener siempre presentes varias cosas a la hora de afrontar las transformaciones venideras:

El motor del cambio somos nosotras y nosotros, los trabajadores y trabajadoras. Debemos evitar encumbrar a lideres y crear una cultura de la delegación.

Si con las nuevas iniciativas electorales que se están impulsando ahora pretendemos sustituir a los movimientos sociales, cometeremos un error muy grave que nos costará caro más pronto que tarde. La calle y el pueblo son quienes deben marcar el camino y nadie mas. Sin la presión popular, los objetivos que queremos cumplir no serán mas que ceniza. La presencia en las luchas sectoriales y sociales es fundamental para conseguir el cambio. Que las urnas no nos echen de las calles.

La labor mas importante que tenemos que acometer ahora no se encuentra dentro de un partido político, sino en nuestros barrios, con nuestros iguales. La creación de un movimiento de base autoorganizado (horizontal, asambleario, sin jerarquías) que dé una respuesta a las necesidades urgentes actuales de la gente es indispensable.

La autocrítica es imprescindible. Como seres humanos, podemos equivocarnos, y es muy importante que sepamos analizar y reconocer los errores en los que podemos incurrir. Sin critica sincera y honesta no podemos avanzar. Si (quien sabe) Podemos no saliera del todo bien, deberíamos analizar los errores cometidos y, quizá, explorar otros caminos. No hay que tener miedo al cambio.

La situación de extrema urgencia mundial a nivel de recursos, crisis económica, agotamiento del petróleo y cambio climático nos sitúa en un escenario cada vez mas próximo al colapso civilizatorio. Nuestro planeta no va  a poder aguantar muchos años más al ritmo de vida que llevamos desde hace décadas. Por ende, una salida apremiante del sistema que nos ha traído hasta aquí ( el capitalismo) se hace a todas luces necesaria. Una economía productivista que no ponga sus ojos en la ecología y el medioambiente estará hipotecando nuestras vidas a medio o corto plazo.

Por ultimo, recordar una premisa que siempre hemos tenido presente: la democracia no se reduce a votar cada cuatro años. No lo era cuando gobernaba solo el PPSOE, ni tampoco lo es ahora. Por ello, es importante tener en cuenta que las acciones que constituyen una verdadera democracia se desarrollan día a día , luchando en los barrios, en el trabajo, en los centros sociales… Haciendo partícipes a todas y todos de las decisiones. Es decir, haciendo algo más que votar el resto de los 364 días del año en los que no hay elecciones.»

[Texto transcrito de una octavilla recogida en la mani de Podemos]

Esta entrada fue publicada en Democracia, Participación ciudadana, Política. Guarda el enlace permanente.