El Huerto Ambulante no entiende de desmotivación…

…porque nació desde la profunda convicción, ilusión y buena voluntad de los/as vecinos/as del barrio.

La mañana del Domingo 13 de Marzo el Huerto de Montecarmelo amanecía con su estructura destrozada, el espantapájaros se encontraba roto y sentado en una parada de autobús cercana, el Compostero volcado y dañado, algunas gradas arrancadas, los carteles abatidos, las estacas quitadas, en fin, un panorama que no esperaban los vecinos/as que como cada domingo marchaban a trabajar en este Huerto comunitario, situado en el solar dónde algún día esperamos ver nuestro centro de salud y que no deja de agrupar personas llenas de ganas de crear y compartir más y mejor barrio.

Esas energías volvieron a demostrar que la buena voluntad, el trabajo y las ganas de defender lo común pudieron contra el desánimo  y en  8 horas no solo dejaron el Huerto prácticamente en el estado anterior, sino que incluso implementaran mejoras importantes. Podemos observar en las imágenes el estado del Huerto el Domingo por la mañana, y el resultado del trabajo encomiable de los vecinos/as que unieron esfuerzos, ánimos y apoyos.

Agradecer no solo al Grupo de Trabajo del Huerto, que realiza una labor trascendental, sino también a todos/as los vecinos/as que participaron y participan semana tras semana haciendo de esto un proyecto vivo, una realidad que no para de crecer y que es motivo de orgullo para el barrio.

Satisfecho con la muestra de solidaridad y convicción vecinal alguien reivindicó «¡Larga vida al Huerto Ambulante!», que así sea.

8 horas entre una imagen y otra.

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3 respuestas a El Huerto Ambulante no entiende de desmotivación…

  1. blank dijo:

    También me parece mal que se destroce cualquier cosa.

    Pero también me parece mal que se ocupe un terreno por la cara aunque sea para que niños planten semillas.

    Por otro lado, aclarar que este «huerto» no es fruto de los vecinos del barrio como dice en el artículo, sino de algunos vecinos del barrio. Como siempre y una vez más, el fin no justifica los medios. Ni yo, ni mi familia, ni una buena parte de vecinos con quienes lo he comentado nos sentimos parte de algo que consideramos que está mal planteado y mal hecho.

    No se puede ir así por la vida, aunque sea para plantar tomates…

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