Fernando Cardoso en la Asamblea Popular La Llagosta, deja las cosas bien explicadas para cualquier asambleado que quiera facilitar que su asamblea fluya.
No olvidemos que las asambleas son principalmente herramientas que sirven a un fin, no un fin en sí mismas. Y por supuesto pueden funcionar bien, peor, o rematadamente mal. La diferencia entre unas y otras suele pasar por un cambio o una predisposición personal e individual en cada asambleado, que lleva a desplazar el punto de interés no tanto en uno mismo y su propuesta, sino en la facilitación de un encuentro entre personas para co-crear algo común y normalmente superior a la suma de la inteligencia de sus agregados.
Si todos nos aferramos a nuestras posiciones personales, sin ceder un ápice, las asambleas pueden servir simplemente para escenificar un desencuentro y aumentar distancias entre sus participantes.
