Nuestro sistema electoral actual potencia el bipartidismo y elimina a las minorías siempre que éstas no concentren el voto en un pequeño territorio (véanse los votos de territorios con fuerte presencia nacionalista).
Este sistema se puso en marcha en la transición, con los miedos y el paso calmo que este delicado momento de nuestra historia merecía. Hoy TODOS somos conscientes de los agujeros que deja en nuestros gobiernos. Sin embargo, este sistema está legítimado por diferentes fuerzas políticas y por una parte importante de ciudadanos de toda Europa.
Nosotros debemos decir que no. Que no aceptamos que el principio de “gobernabilidad” esté por encima de la voluntad de los votantes. ¿O acaso alguien nos ha preguntado si estamos dispuestos a ceder a otras opciones su voto libremente expresado? Se trata, simplemente, de un robo de votos.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
La reforma electoral es extremadamente difícil por la posición hegemónica de los partidos mayoritarios y no es posible tampoco utilizar para ello el referéndum o la ILP, ya que estos instrumentos no son válidos cuando se trata de reformar la Constitución o una Ley Orgánica.
Si queremos reformar el sistema electoral tenemos que tener las cosas claras e ir hacia delante con decisión, teniendo en cuenta que nuestro objetivo debe ser siempre, tozudamente, reformar la Ley y no simplemente denunciarla. Si esta reforma queremos efectuarla respetando lo indicado en la Constitución, debemos combinar varias medidas:
– Eliminación de la barrera del 3%. (actualmente no son computables los resultados electorales en este porcentaje o inferiores)
– Aumento del número de diputados a 400 (ahora son 350 repartidos con desproporcionalidad. El aumento en 50 diputados que pedimos podrían asignarse para una mayor proporcionalidad, en un reparto nacional que tuviese en cuenta los restos de cada circunscripción.
– Disminución a 1 del número de diputados asignados inicialmente a cada provincia.
– Cambio del sistema D´Hondt (que consiste en entregar el primer escaño a la lista más votada, dividiendo inmediatamente el número de votos entre dos y quedando ese resultado como base para el siguiente escaño, que se asignará de nuevo a la lista más votada) por otro más proporcional, como el Hare o el Saint-Lagüe.
– Desbloqueo de listas (con posibilidad de tachar a algún candidato en la propia papeleta). Hablar de listas abiertas es más problemático, puesto que sería complicado en circunscripciones grandes, con cientos de candidatos. Actualmente nos encontramos ante listas cerradas y bloqueadas. Es necesario EVITAR que se cuelen corruptos en las listas.
El sistema electoral en las elecciones autonómicas y municipales de Madrid
En las elecciones municipales (Ayuntamiento de Madrid) y en las elecciones autonómicas (Comunidad de Madrid) hay una circunscripción única con listas cerradas y bloqueadas.
También hay una barrera electoral del 5 % que, en este caso, sí resulta importante. Sólo se tienen en cuenta las listas que hayan obtenido, al menos, el 5% de los votos válidos. En estas últimas elecciones, este sistema ha afectado a partidos como LOS VERDES, UPyD e IU, especialmente a los primeros ya que es prácticamente imposible que una candidatura consiga un único escaño, pues una vez superada la barrera del 5% de los votos se obtienen al menos 6 escaños en el reparto proporcional.
ESTA INFORMACIÓN es un resumen de un documento elaborado por la comisión política de Prosperidad que, aunque no fue respaldado por consenso, si que fue aceptado como documento de discusión.
| El hecho de que esta exposición sobre la reforma de la Ley Electoral en nuestro país no incluya otras medidas tendentes a asegurar la honestidad y transparencia de los parlamentarios o algún estudio sobre la Ley de Partidos en vigor o sobre otras formas distintas de participación (asambleas, referéndums, iniciativas legislativas, etc.) o incluso axiomas de comportamientos éticos de las instituciones, no quiere decir que no consideremos necesarias dichas medidas. Simplemente pensamos que se debe tratar independientemente cada tema siempre que tenga su propia coherencia.
Igualmente, debemos indicar que una parte de nuestra comisión política considera que el movimiento 15-M no debe preocuparse en mejorar las leyes existentes, sino en crear de abajo arriba un proyecto alternativo. No obstante, dichos miembros de la comisión piensan igualmente que no deben impedir el desarrollo del intento de reforma de la Ley Electoral y, por tanto, no se oponen radicalmente al mismo. En cualquier caso es un tema polémico que suponemos que habrá que discutir.
Completado este trabajo, recibimos por correo electrónico varios mensajes indicando que los abstencionistas, votos nulos y en blanco deberían tener representación parlamentaria, lo que podría significar alrededor de 96 escaños vacíos. Es una propuesta formal y reiterada de un compañero, que habrá que discutir también. |
